La que está cayendo... Menos mal que siempre hay quien se inspira en casi cualquier cosa para echarnos unas risas. Cómo me alegro, Lucía, de que hayas vuelto. Besos.
Hola, Lucía, por fin de vuelta, te eché de menos. Muy buena la tira.
Me recuerda una serie de cómic con los que yo me parto de risa, “Los conejitos suicidas” No tiene más argumento que unos simpáticos conejitos que no quieren seguir viviendo y sus intentos de dejar este barrio son muy ingeniosos, pero nunca lo consiguen.
Solo se necesita una cerilla para incendiar un pajar, o una observación para incendiar una mente. Lawrence Durrell.
Roy Batty. Blade Runner
Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
"Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades. En mí, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W.C.
¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera!"
Poema 8. Espantapájaros. Oliverio Girondo. 1932.
6 comentarios:
Dios aprieta, pero no ahoga.
Sí, es como para decirle "gudbay" al mundo, pero...
¡resistamos y sigamos!
beso!
¡Qué bueno! Hasta para suicidarse nos afecta la crisis, ¡qué barbaridad! No nos queda más remedio que esperar tiempos mejores...
Un abrazo
La que está cayendo... Menos mal que siempre hay quien se inspira en casi cualquier cosa para echarnos unas risas.
Cómo me alegro, Lucía, de que hayas vuelto.
Besos.
Un placer poder seguir con estos placeres de nuevo, Lucía.
Hola, Lucía, por fin de vuelta, te eché de menos. Muy buena la tira.
Me recuerda una serie de cómic con los que yo me parto de risa, “Los conejitos suicidas” No tiene más argumento que unos simpáticos conejitos que no quieren seguir viviendo y sus intentos de dejar este barrio son muy ingeniosos, pero nunca lo consiguen.
Échales un vistazo, sólo si tienes humor negro.
Un abrazo, Lucía.
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