jueves, 17 de enero de 2008

Luminotecnia

 

Luciano Ori. La escritura en libertad. Antología de poesía experimental. Edic. de F. Millán y J. García Sánchez. Colección Visor de Poesía.

 

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12 comentarios:

Flotón dijo...

Pensando en el video me he dado cuenta de dos cosas:

Hubo un momento del tiempo en que la luz blanca llamaba la atención en Nueva York.

Vaya mareo si se sube uno en el carrusel del que se ve en 2:40.

¡Muack!

Anónimo dijo...

Impresionante y mágico pero me inspira una pregunta sin mala intención ¿ cuántas vidas del tercer mundo cuesta mantener todo esto?por lo demás es precioso!!un saludo desde bilbolunya.

ana dijo...

La luz siempre tiene algo de magia, no?
las ciudades iluminadas,
iluminados edificios en mitad de la noche,
estrellas urbanas,
sucedáneo del firmamento.
Un abrazo,
ana.

39escalones dijo...

El paraíso de IBERDROLA... Cuánto derroche, cuánta belleza.
Besos

El Doctor dijo...

Brillante entrada.No te limitas simplemente a las luces y las sobras,sino a Luminotecniar la oscuridad más absoluta.Me has hecho pensar en la ciudad de Las Vegas.Hace diez años estuve allí.Se hace todo un recorrido a través del desierto por la noche.Todo es oscuridad y de repente te adentras en la ciudad más artificial del mundo,pero te sientes un tanto agradecido.No se,es una sensación extraña.
Besos y un fuerte abrazo.

Abel Granda dijo...

Extraordinario documento Lucía; lo que más me ha llamado la atención es que, las sillas voladoras, giran primero en un sentido y a continuación al contrario. Esto dá la idea de un mecanismo tipo muelle, que se carga forzando primero hacia un lado, y luego se aprovecha la tensión conseguida para soltar el mecanismo y dejar que se desenrosque, para ahorrar energía. A ver si tomamos nota, que son tiempos de ahorro.

Anónimo dijo...

Sí. The dreamland....

Besos

MK dijo...

Precioso y esa música que acompaña el vídeo...
Y los poemas visuales , recuerdo hace años haber ido a una exposición de Joan Brossa a la Virreina , en Barcelona y él estaba sentado en una silla , en la entrada y observaba la cara de la gente al salir detrás de aquellas gafas y con una vieja y raida chaqueta de lana. Sus obras eran simples y geniales .Y el parecia un niño travieso atrapado en un cuerpo de viejo socarrón.

Eryx Bronte dijo...

El titulo del libro ya da buena luz. Besos

Eryx.

Antonio dijo...

Ni blanca ni negra es la luz de nuestros ojos ...

my bonito, unbeso ;-)

Fernando García Pañeda dijo...

Esto empieza a ser imprescindible.
Un beso.

comopompasdejabon dijo...

Que idea genial la de Luciano, y yo que paso horas para escribir cuatro ripiosos versos¡ ay! niña , un luminosos beso