martes, 27 de noviembre de 2007

Underwood girls

Francisco, siempre imaginé que escribías El Tiempo Ganado en una máquina de escribir como ésta.

 

Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas, aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas, y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula, como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco a blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras, sin sentido,
ese, zeda, jota, i...

Underwood girls. Pedro Salinas.

 

 

Diez corredores

desnudos en la Underwood.

New York (fragmento). Carlos Oquendo de Amat.

 

Fotografía: Lucía.

19 comentarios:

Juan Manuel Macías dijo...

Siempre elegante Don Pedro. Besos

Flotón dijo...

Una de las cosas que me gustaría tener...

Hablando de deseos, ¿a que te gustaría escribir en el blog con esto?

Lucía dijo...

Con ese teclado se podrían hacer maravillas. ¡Se lo pido a los reyes magos!

Abrazos.

El Doctor dijo...

Lucía,no lo merezco,pero debo admitir que me has hecho emocionar al ver ésta mañana tu nueva entrada,¡y además con un poema de Salinas! (Más allá de los sueños)has imaginado una verdad. Tengo una underwood muy antigüa que me compré de segunda mano con mis primeros ahorros de la adolescencia,y, en ella tracé cientos de historias con rumbo a los mares del sur,que fueron mis primeras pátrias dibujadas en los mapas por Verne,Salgari y Stevenson.Pero hoy ya no puedo escuchar su maravilloso tecleo de antaño porque no se fabrican cintas de tinta de repuesto.Me consuelo con engrasarla y limpiarla con el oro de mis recuerdos.
Como bien sabes,escribo mis post en cuartillas y con una pluma estilográfica Pelikan de succionador de tinta.Sigo sin tener ordenador y no me averguenzo en declarar que soy muy pobre hoy, y como cantaba Serrat: "...y por una sonrisa doy todo lo que soy,y que en el fonde tengo miedo."Incluso,éste comentario ha sido escrito,previamente,a mano en mi reducido estudio que amenaza con hundirse por el peso de mis libros iluminados por el rayo de sol que penetra a través de mi ventana repleta de acacias sobre un paisaje de terrazas,sábanas tendidas y gatos canallas que vienen de vez en cuando a que les dé de comer.Es cuanto tengo y cuanto soy.Debo decirte que me és imposible escribir directamete en un ordenador,y,a veces,encuentro a faltar en algunos post de la blogosfera algo biográfico por parte de quien escribe.
Es todo un detalle por tu parte.Me llena de gozo. No nos conocemos físicamente y cuánta complicidad bajo la piel de las emociones en tantos tiempos ganados.Espero ansioso que abran el ciber de la esquina para mandarte éstas palabras.
Muchos besos Lucía.

Dante Bertini dijo...

siempre me sorprende tu buen, exquisito, gusto...
después pienso que soy un egocéntrico, ¡porque siempre coincidimos!
beso

Abel Granda dijo...

Gracias Lucía, el poema es de los de no olvidar, y para alguno de nosotros, tampoco la imagen, aunque nunca tuviera una y se apañara con Olivettis. Me ha encantado el post, porque la primera vez en mi vida que me impresionó la perfección y belleza de la mecánica, fue con una Underwood.

Denise Makedonski dijo...

Mi querida amiga..Paso a dejarte mi comentario y mi saludo....Gracias por pasarte por mi blog y bueno jugando con palabras a veces construímos castillos, otras sólo insignificantes casitas..Un beso cariñoso mi amiga..Buena semana..Chauuu!!Denise

Lucía dijo...

Francisco, tenía certeza de que escribías a pluma (no podría ser de otra manera), lo de la Underwood era un presentimiento que acabas de confirmar y me alegra haber acertado. Mi pluma de émbolo la tengo guardada como oro en paño, es uno de mis recuerdos de la universidad (tomaba los apuntes con ella, era así de esnob). Como habrás visto por la foto ésta Underwood tampoco tiene cinta, mi plan era escribir el poema de Salinas con la máquina y hacer la foto con la hoja en el carro, pero no pudo ser...
Ya te comenté que elaborar el blog como tú lo haces tiene mucho mérito, es un trabajo artesanal: primero prepararlo y escribirlo a mano y luego acercarte al ciber para publicarlo. Yo no sería capaz de hacerlo así, hay días que llego tan casada a casa que no me apetece ni encender el ordenador ¡no quiero ni pensar en tener que salir de casa de nuevo para ir al ciber! Si hubiese un premio para el blogero más perseverante ese premio sería para ti.
¿Sabes lo que más me gusta del blog? Esperar los mensajes de las personas que me visitan. Me produce una sensación de expectación y emoción que tuve de más joven; antes de casarme y trabajar me escribía cartas con bastante gente, a unos los conocía y a otros no, y todas las mañanas deseaba que llegara el cartero para correr al buzón y descubrir de quién me había llegado carta ese día y qué me contaba. Hoy la expectación se ha visto gratamente recompensada.
Un abrazo muy fuerte.

Lucía dijo...

Juan Manuel, Don Pedro era mucho Don Pedro.
Cacho de pan, me encanta que seas un egocéntrico.
Lenguaraz, qué alegría verte por aquí de nuevo. Estas máquinas tienen algo que hace volar la imaginación.
Denise, es un placer que pases por esta casita a dejarme tu cariño.

Abrazos.

Entre mareas dijo...

Este poema es diferente, perfecto para desterrar la falsa impresión de que casi toda la poesía es cursi.

Un abrazo.

Sebastián Mondéjar dijo...

¡Qué bien se complementan los dos textos! Gracias a Francisco y a ti por compartir vuestros recuerdos, sentimientos y emociones y enhorabuena por vuestro conmovedor encuentro. Y un abrazo.

Anónimo dijo...

Me da vergüenza contaros ahora cómo escribo yo los posts... Desde luego, me encantaría usar una Underwood (condena perpetua a quienes dejan sin fabricar recambios para estas maravillas, es como tener un cuadro de Goya vuelto hacia la pared...), pero no es el caso.
Desde luego Francisco, al que hace poco que conozco, tiene mucho mérito, además por lo excelente del resultado.
Lucía, este blog es tan especial que siempre es un gusto entrar y dejarte cosas (aunque no se pueda comparar con las que me dejas tú).
Besos.

Lucía dijo...

Entremareas, si tienes un rato y te apetece visita el blog de Sonia Fides, allí verás que la poesía no es nada cursi.
http://mademoisellejoue.blogspot.com/
Sebastián, esto es lo mejor de la blogosfera, que puedes conocer personas con las que conectas enseguida y con las que puedes compartir muchas cosas.
Alfredo, al final nos has dejado con la intriga, ¡no nos cuentas cómo escribes los post!

Abrazos.

Argonauta dijo...

Lucía, me encanta Pedro Salinas. Y me gusta también conocer nuevos artistas en tu blog.

Un abrazo.

Drinking gaseosa dijo...

Siempre me han gustado estos poemas-adivinanza, medio futuristas, medio inocentes, de la generación del 27. Este además es uno de los que más gusta a mis alumnos (a los que les cuesta adivinar a qué se refiere el poema porque ellos no saben ya qué es una Underwood. Lástima). Yo todavía conservo la mía.

Anónimo dijo...

Qué bueno pasar: se va uno cargado de regalos.... y los primeros versos del poema me han dejado sin respiración. Bravo.

- He descubierto un nuevo grupo Islandés: un cuarteto de mujeres que se llama Amiina, su debut Kurr... emcionante escucharlas.

un abrazo, y aunque dices que eres muy poco social, no lo pareciera: mira a todos estos, mje incluyo, que te vienen a visitar: que te buscan. Val.

fgiucich dijo...

Tengo una y la cuido como oro puro.Un hermoso poema. Abrazos.

Gloria dijo...

Que bien escribe Francisco, gracias por presentarmelo. Un abrazo.

Noemí Pastor dijo...

Siempre he adorado este poema. Cómo te lo agradezco.