jueves, 22 de noviembre de 2007

Elegancia

Werewolves of London. David Lindley


Otras ideas radicales sobre la reforma del traje

Sea. No abriré aquí una discusión para saber hasta qué punto tiene derecho a llamarse un hombre práctico quien se niega a tener en cuenta la belleza y el valor de la belleza. La expresión "hombre práctico" es casi siempre el último refugio del hombre inculto.
De todas las palabras de las que se hace mal uso no existe ninguna que sea usada con más crueldad.
Pero lo que me importa hacer notar es que la belleza es esencialmente orgánica; en otros términos: que proviene, no de afuera, sino de adentro; que no es el efecto de una lindeza añadida, sino que va unida a la perfección de su ser propio, y que, por tanto, puesto que el cuerpo es bello, todo cuanto sirve para vestirlo adecuadamente debe ser también bello en su factura y en sus líneas.


Ensayos. Artículos. Oscar Wilde. Ediciones Orbis.

17 comentarios:

entrenomadas dijo...

Vaya, no conocía este texto de Wilde. AHora mismo se lo digo a Innisfree. Le gustará, seguro.
Besitos

Fernando García Pañeda dijo...

Para eso entramos aquí. Para aprender y admirar la elegancia.
Te imagino en un sencillo saloncito tomando el té con Mr. Wilde...
Das hasta celos y todo ;)

Eryx Bronte dijo...

Bien por la cita, hoy me pongo corbata. Besos

Anónimo dijo...

Desde luego, prefiero esta interpretación acerca de la belleza que la explicación científica que conozco vía Punset, esa de que la armonía de rasgos conocida como belleza es tal porque instintivamente el ser humano entiende que a mayor grado de perfección de esos rasgos más capacidad de fertilizar y de alumbrar cachorros sanos y fuertes nos ofrece el ser humano bello. O sea, que la belleza no es más que una apreciación instintiva de la capacidad de criar.
Mucho más bonito lo de Wilde, dónde va a parar...
Por cierto, si lo del té es verdad, me apunto. Yo llevo las pastas.
Besos

Lucía dijo...

Estáis todos invitados al próximo té. No hace falta que traigáis nada, tengo varios tipos de té y de café (por si acaso) y no prometo hacer pastas, que ya sabéis que soy un desastre, pero puedo comprar bizcocho en una pastelería que he descubierto hace poco y que es para perder el sentido.

Abrazos.

SONIA FIDES dijo...

Lucía la elegancia es siempre un signo inequivoco para descubrir a una persona inteligente. Wilde lo era aunque más de alma que de cuerpo,ja,ja,ja

Un abrazo.

Flotón dijo...

No he hecho nunca pastas y aunque se me de mejor lo salado que lo dulce, algo podría llevar. ¿Tienes Darjeeling?

Y yendo al tema de la elegancia debo ser el único del pueblo menor de 65 años que usa sombrero.

Lucía dijo...

Salamandra, la elegancia no va reñida con la edad.
Tengo Darjeeling y también Earl Grey, rojo, verde y hasta blanco.
Puedo arreglar lo de tener cosas saladas para comer, así que no hay problema.
Besos.

El Doctor dijo...

¿Qué fueron de aquellos tiempos en dónde el dandysmo era todo un arte? Ahora parece ser que todo da igual. Hemos perdido el sentido de la verguenza y todo vale. Dijo el otro dandy de Baudelaire: "Hay que ser sublime hasta la muerte."
Gracias por recordármelo.
Besos Lucía.
P.D.
Cuando me invitas a unas pastas?

Alberto López Cordero dijo...

¿tienes Karkadé (infusión de hibisco)? Lástima que no pueda asistir a esas reuniones,je,je...

Sam Ordet dijo...

El texto de Wilde es magnífico, pero creo que entiende la belleza exterior como reflejo de la belleza interior y eso me parece un tópico de los más perniciosos... la experiencia me ha demostrado que hay gente muy guapa con un interior nauseabundo y gente cuyo aspecto no refleja su belleza interior... Ah, sobre la elegancia, estamos en tiempos poco elegantes, y no sólo en la forma de vestir sino en el trato entre las personas (cada vez hay menos personas en realidad aunque cada vez seamos más) pero en tu blog la verdad es que la elegancia es la norma, ¡y que dure! Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola Lucía, muchísimas gracias por la indicación del blog inglés. No lo conocía. Me dispongo a explorarlo próximamente. Un saludo

Argonauta dijo...

Óscar Wilde siempre genial...

Un abrazo desde el Mediterráneo.

ana dijo...

Como tu dices la elegancia se lleva dentro. Si, y también lo que la envuelve debe de acompañar. Lo exterior, los gestos, la forma de mirar, de sonreir, de hablar, de mover las manos, de retirarse el pelo, de hablar, todo son formas exteriores que brotan desde el interior y pueden ser o no ser elegantes.
La estética, es importante.
Gracias por tus comentarios,
un abrazo,
ana.

Juan Manuel Macías dijo...

Qué grande Wilde. Recuerdo aquello que decía Borges en algún lado, de que Oscar Wilde siempre quiso sorprender al mundo con metáforas y corbatas.

¿Conoces a Pentangle ?

Besos.

Noemí Pastor dijo...

Nunca me canso de Wilde. Tráelo más a menudo.

MK dijo...

Recuerdo una frase de Wilde decía que "Todos deberíamos intentar ser una obra de arte , o en su defecto intentar llevar siempre encima , una obra e arte".