Llegué a casa distrutta (como dicen los italianos) menos mal que no hacía calor y el sol no asomó por ningún sitio, sino hubiese hecho el trayecto de vuelta a casa arrastrándome. La Semana Negra es agotadora, les recomiendo que no vayan un sábado es casi imposible caminar. Si están de verdad interesados en los libros de novela negra es mejor que vayan un día de semana, así podrán visitar las casetas con calma y hojear los libros a sus anchas, sin tener que empujar a los demás para rozar un libro con los dedos o salir espantada, y apestada, por la humareda del chiringuito de enfrente donde están asando salchichas para toda la región Bávara.
Hay dos opiniones sobre la Semana Negra, los que dicen que debería estar dedicada fundamentalmente a la literatura policíaca o de género negro y los que son partidarios de organizar una fiesta multitudinaria (hablan de que el año pasado se llegó a más de un millón de visitantes) donde la literatura sea una parte más. Yo creo que se pueden combinar ambas partes por igual y con esa ilusión fui este año. Pensé que esta vez, al ser el XX aniversario, las cosas iban a ser diferentes aunque solo fuese por homenajear a las maravillosas personas, ya fallecidas, que un día participaron con pasión en la organización de las primeras Semanas Negras y que se iba a recuperar el espíritu original . En mi modesta opinión deberían agrupar en la misma zona las casetas de libros, las carpas de conferencias y las de exposiciones; y en otra zona los chiringuitos y puestos de artesanía.
Pero no se crean que todo fue disgusto, a pesar de los empujones y la peste a salchicha logré comprar algunos libros, y pienso volver durante la semana para asistir a alguna conferencia interesante.
Compré muy baratos y algo amarillentos estos libros:
- Recetas con ángel de Caty Juan de Corral. Ojeando el libro vi una receta de puerros al hinojo que me llamó la atención. (Una tiene sus debilidades).
- La bestia y la bella y Tarántula de Thierry Jonquet. En la contraportada de este último aparece la siguiente reseña: "Almas sencillas, si todavía quedan, abstenerse de leer este libro". No sé si mi sencilla alma podrá soportarlo.
Tags: Semana Negra, Gijón
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CINE: HERE, UN HOMBRE BUENO de Bas Devos
Hace 2 horas
14 comentarios:
Es un placer leer tu crónica sobre esta "Semana", casi tengo la impresión de que yo también he estado allí.
Y las fotos ayudan mucho.
Igual la próxima vez me animo.
Estupendo post, Lucía.
Un beso
De acuerdo con Entrenómadas. Buena crónica.
Supongo que tendrán que intentar que la cosa no se les vaya de las manos y seguir manteniendo la esencia de lo que no deja de ser un encuentro literario, con salchichas si quieren, pero literario.
Abrazos
Lucia k suerte tienes me hubiera encantado ir, aqui en Barcelona hay una gente que tiene una tiendita donde hacen muchas cosas k se llama Negra y criminal, te dejo el link, son muy buena onda,
disfrute del verano.
http://negraycriminal.blogcindario.com
Conozco la página de Negra y Criminal (muy buena) y los he visto ayer, tienen una buena caseta, con sus camisetas de color negro colgadas por todas partes y un montón de libros. Volveré a visitarlos porque tengo el ojo echado a un par de libros.
Gambito -no sé si lo conoces- ahora está allí ! :-)
http://cualestugambito.blogspot.com/
En mi ranchito se hace una FERIA DEL LIBRO que por cierto acaba de pasar, aunque nos encontramos en un rincón perdido de mi patria, reconozco que me gustan esos eventos... mas no las aglomeraciones... poniéndome gore, confieso que me dan ganas de morder a la gente cuando me acorrala una multitud... por eso mejor no voy en "temporada alta" jajajaja (nunca he mordido a nadie en esas circunstancias eh??? pero me dan ganas... la verdad sea dicha)
Saludos
Hola, vengo a darte las gracias por el comentario que me has dejado en mi blog sobre la semana negra. Eres la primera persona que me ha dejado un comentario y me has dado un susto de muerte (una no se acaba de creer esto de que, lo que escribes en Internet, lo puede leer alguien). Esto te lo dejo aquí porque no he encontrado tu email por ninguna parte (me sigo sin enterar muy bien de cómo van estas cosas). El mío lo tienes en mi perfil, por si quieres hablar sobre literatura o lo que te apetezca. Hay que cuidar a la primera lectora de una. Un beso desde Oviedo, y que disfrutes de la Semana Negra sin atufarte mucho con las salchichas.
Ese amor odio a las ferias del libro, todas esas opciones, y demasiada gente para disfrutarlas tranquilos. No sabia que habia una dedicada a la novela negra, gracias por el viaje. Un abrazo.
Y que quieres Lucia, si en España se lee poco encima.. ¡¡novela negra!!! increible que exista una feria especializada un milagro su existencia y permamnencia, sin duda gracias a aficionados como tu, hummm como entrenomadas me parece una buena excusa para pasear mis huesos por la Escalerona, ya veremos.
Besos siempre, bella Lucia.
¡Qué envidia me has dado! El año que viene voy sin falta, aunque no sé cómo voy a hacer, porque se me acumulan los acontecimientos.
Ponte inmediatamente a leer a Jonquet. Es una orden. Ya sabes que es mi debilidad (una de las quince mil que tengo. Yo estoy a hora leyendo otra novela suya. Enseguida escribiré algo al respecto. Estoy deseando conocer tu opinión sobre las dos novelas que has comprado, pues las dos me gustan mucho.
Un beso verde (de envidia).
A sus órdenes, ama y señora, hoy mismo empiezo los libros.
Un abrazo.
Has hecho una buena reseña de lo que es la Semana Negra. Este año será el segundo que voy y pienso lo mismo que tú: debería de haber un recinto para las verbenas y otro para actividades culturales, entendido que se trata de la misma fiesta, pero en ambientes diferentes.
Yo tenía cierta esperanza en verte en la presentación del libro de Guillermo Orsi, "Nadie ama a un policía", pero parece que el ambiente ya te ha cargado. Bueno, con todo, te buscaré.
Salud
Enrique
Enrique, de momento tengo pensado ir a la presentación de Orsi, a ver si conseguimos vernos. Menos mal que compartes mi opinión, empezaba a pensar que soy una quisquillosa y que me estoy haciendo mayor para estas cosas.
Un abrazo.
Se agradece la crónica, acertadísimamente personal.
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