jueves, 14 de junio de 2007

R. W. Fassbinder





Querelle. Rainer Werner Fassbinder (1945-1982)


Es difícil de explicar como se siente una después de haber visto una película como Querelle en sesión de tarde. Pude verla hace bastantes años y, aunque los hechos allí narrados me resultaban de una cierta teatralidad, una vaga impostura, con una débil relación con mi conocimiento de la vida, me desconcertó. Hoy entiendo que no era el contraste entre una tarde soleada y una turbulenta historia en un crepuscular prostíbulo lo que me producía inquietud. Era arte, y como tal mostraba la vida con definitiva claridad. No ha lugar distinción de clases, sexo, religión o marca de automóvil, hoy Querelle está entre todos nosotros más que nunca; estoy hablando de este país, que remedio. He visto a Querelle en la mirada de tantos adolescentes, dentro de la armadura con que los políticos se protegen, a la salida de las iglesias, entre las madres que acompañan a sus niños en los parques. En todos los que disimuladamente añoran la tortura que es el pasado. Me desasosiega sin medida lo carente de toda belleza que es esta hora.  




De cualquier parte arranca las hazañas más locas.
Desnuda a los chiquillos, invéntate torturas,
Mutila a la Belleza, desfigura los rostros
Y ofrece la Guyana como lugar de encuentro.



Jean Genet, Poemas. Versión de A. Martínez Sarrión. Colección Visor de Poesía.

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10 comentarios:

Rouge dijo...

Hace pocos años, en una tarde de verano, puse la radio y escuché que la belleza está en la fealdad, aquello cambió mi vida, incluso anoté la frase en un papel. Con todo esto, quiero decirle, señorita Lucía, que 'Mutila a la Belleza, desfigura los rostros' me ha llevado de marejada literaria hacia mi adolescencia radiofónica. Por otra parte, también encuentro conexión directa con la película Hiroshima mon amour, escuche, escuche la voz en off de la protagonista

NoSurrender dijo...

Es extraño que el cine alemán no haya podido retomar de nuevo toda la herencia de su gran literatura tras la Guerra. Fassbinder era uno de los pocos que prometían algo más, desde luego. Aunque sus temas fetiche nunca me han interesado especialmente.

Si hablamos de alemanes de los setenta, creo que prefiero a Herzog :)

Anónimo dijo...

Fassbinder, una mente atormentada y extrañamente lúcida al mismo tiempo. Qué de cosas se dejó en el tintero que seguramente nos hubieran hipnotizado.
Estupendo post.
Un abrazo

entrenomadas dijo...

Echo de menos la Filmoteca de mi barrio, las películas y las tertulias, el aroma de la sala de cine y encontrarme con gente y saludarnos y todo eso.
Tu post me lo ha hecho recordar. Allí empece a ver buen cine.
kisses

Lucía dijo...

Hacen falta sitios como la Filmoteca para ver buen cine y para después reunirse y charlar sobre la película.
Un abrazo.

Gloria dijo...

Anotada, no la he visto pero por tu texto me resuena en la sombra. Gracias, Lucia.

Noemí Pastor dijo...

Sabed todos los que añoráis las viejas salas de cine que sois una especie a punto de extinguirse. Cuatro y un tambor. Bueno, conmigo cinco.

Lucía dijo...

¡Y vaya cinco, Noemí!

Anónimo dijo...

Siempre ha encontrado una rara belleza en las obras de Fassbinder. Una fascinación, no sé.

Un saludo

XAVIER DUARTE ARTIGAS dijo...

PARA LA CALAVERA BAJO LA PIEL: CONFIESO QUE MI PRIMER CONTACTO CON GUYANA, HA SIDO UN ENCONTRONAZO. ESOS 4 VERSOS (DESGARRADORES), RETRATAN EL TIEMPO QUE NOS TOCA (Y TOQUETEA). LO TUYO ESCLARECE. POR CIERTO QUE LA ATMÓSFERA DE ESTE MUNDO HUELE A GENET, AUNQUE LOS QUE DIRIGEN LA POLÍTICA CULTURAL DISIMULEN, OCULTEN O SIMPLEMENTE PASEN POR ALTO LO QUE ESTÁ OCURRIENDO.
UN ABRAZO DE XAVIER.