sábado, 3 de marzo de 2007

Fiesta de inauguración.

Este cuaderno va a ser un homenaje a los autores y personajes de novela negra, relato policial, historias de misterio...con los que he disfrutado y disfruto todos los días.
Apago las luces y que el neón rojo del hotel de enfrente me ilumine, que suene la música (por ejemplo... "Alone together" interpretada por Chet Baker, Pepper Adams, Herbie Mann, Bill Evans, Paul Chambers y Connie Kay), y que mi barman preferido prepare un Gimlet Coktail, por favor.
Ésta es la receta del Gimlet para los que no tengan barman personal:
En coctelera, cuatro piedras de hielo, mitad gin muy seco, mitad lima Rose. Agitar enérgicamente.
Servir en copa de cóctel previamente enfriada.
Como diría Philip Marlowe: "Deja chiquito al Martini".
Y yo lo acompañaría con un poquito de caviar, aunque Vázquez Montalbán no esté de acuerdo:
"-¿Qué sería de la más alta cocina sin el caviar?
Pregunta sin respuesta, vacío de palabras que el chevalier sevant ocupó asegurando que se utiliza en la elaboración de muchos platos de alta cocina pero los puristas consideran que se debe degustar muy frío, solo y con cucharilla. En Rusia se suele comer con blinis (tortitas de harina), a veces acompañado de crema agria y regado con vodka. El pan tostado y el champán son también buenos acompañantes. En ningún caso se le debe añadir limón, porque el resultado es asqueroso. Las huevas de otros pescados (salmón, lumpo, mújol, bacalao) pueden tener un cierto interés gastronómico, incluso en preparados como la putargue francesa o el taramá griego, pero no tienen nada que ver con el caviar. "Son miserables imitaciones, sucedáneos", escupió el hombre, que en caviares era un auténtico clasista.
-Como bebida acompañante se aconseja el vodka si el caviar no es preámbulo de una comida en la que intervendrán vinos. De ser así, el vodka ahogaría los vinos posteriores, por lo que sería preferible un champán brut o la solución aportada por un restaurador mexicano, Dalmau Costa, consistente en acompañar el caviar con un jerez fino muy frío.
Carvalho había hecho un uso moderado del caviar según sus posibilidades económicas, pero en el transcurso de la investigación de Asesinato en el Comité Central, en uno de los almuerzos con los herederos del comunismo, tal vez Leveder, había pedido callos a la madrileña y caviar, sin duda pour épater el marxiste, y habían mantenido incluso una converrsación sobre la mejor manera de comer aquel manjar. "¿No se pone mantequilla sobre el pan tostado?", había preguntado su compañero de mesa, y él le respondió más o menos que lo encontraba una estupidez, cuando el caviar era meloso. También había tenido con frecuencia la ensoñación de una muerte de prestigio, sentado en un sillón relax, con una botella de vino blanco en un cubo lleno de hielo al lado y un canapé de caviar o morteruelo en una mano, entre los árboles, qué árboles no importaba, y en la sospecha de que su conciencia se desligaría del cuerpo y empezaría a subir hacia las ramas para contemplar a vista de pájaro la torpeza insuficiente de su propia muerte. Tuvo la intuición de haber hallado el discurso que sacaría de sus casillas y sus latitas al histérico profesor:
-Habría que llegar a la conclusión de que las revoluciones le sientan mejor al caviar que las democracias, porque bajo el comunismo no había escaseado, y en el revolucionario Irán islámico, el caviar seguía siendo lo que había sido."
MILENIO CARVALHO, I. Rumbo a Kabul de Manuel Vázquez Montalbán (Editorial Planeta, 2004)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre me cuelo a curiosear cuando veo una puerta entornada. Asi que , con poco tiempo, entré a fisgar un poquito, y veo que encontraré cosas interesantes, y des-co-no-ci-das, que, aunque soy aficionada al cine, ya vi por ahí cosas que ni sabía que existían. Pareces entendida en muchas materias, como en esta de novelas de suspense.
Voy a guardar el link en favoritos para remitírselo a una amiga que tengo forofa de las novelas policíacas, y que incluso piensa que los personajes existen. porque no existen ¿o sí? ;-)