Salí al centro a hacer algunas compras. Delante de una agencia de viajes vi a un pavo real. Miraba atentamente las ofertas del escaparate. Con un rápido movimiento de cabeza me miró. No me llega el presupuesto. Te entiendo, a mí no me da ni para mirar el escaparate. Me acerqué al bordillo exterior de la acera para no pisarle la cola y seguí caminando.
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14 comentarios:
Jaja! Me has hecho reír por la mañana.. Deliciosas la imagen y la ocurrencia, además de veraces. No sabía que los pavos reales pensaran, pero le tomo la palabra al título. Unas cortas vacaciones de interior. Gracias.
un beso
Desgarrador. Puta crisis.
Sonrío.
Inquitante, Lucía y esa es mucha vida para cualquier pensamiento.
Un abrazo súper.
Antonio, y tan de interior, en casita leyendo, viendo la tele, comiendo sin parar...
Raúl, me uno a la protesta: porca miseria!
Sonia, la vida es como la cola del pavo real.
Abrazos.
sabes que no soy muy viajero, al menos no de viajes cortos. Prefiero las mudanzas definitivas; a otro país, a otra ciudad, a quedarme.
Tú tienes mucha vida interior. No sufrirás demasiado.
Y el pavo real a su jardín, sin plumas.
Un abrazo
Vaya. Yo también estoy de vacaciones esta semana.
Aunque no me he encontrado ningún pavo... :)
Casi un haiku en prosa. Divertido y real como la vida misma.
Abrazos!!
Un pavo emprendedor. A lo mejor encuentra algo de su gusto. Me gustan los tonos azules de la foto. Un beso
Dante, estamos todos desplumaos.
Brujaroja, si quieres te presto el mío. Felices vacaciones.
Y tan real Alfredo, yo ya ni miro los escaparetes voy a tiro fijo. Ojos que no ven...
Alestedemadrid, me quedó tan azul porque era un día gris plomo, de los típicos de aquí.
Besos.
Y gracias que el pavo real topó contigo,porque si llega a ser otra persona,lo hubiera cazado para el caldo de navidad.
Un fuerte abrazo,Lucía.
Doctor, doctor, tengo un problema: cada vez que veo un pavo real o escucho o leo sobre uno no puedo evitar pensar en El Puma (¡viva la numeración!). ¿Qué me pasa, doctor?
Y el doctor desplegó su cola de brillantes colores y dijo: gloglogloglo...
Abrazos.
Bueno... en ocasiones me conformaría con tener vacaciones de mi yo latoso. Pero ni por esas. Siempre me llevo conmigo a todos lados.
Besos y pásatelo bien en ese mar de libros que son el boleto de los que no pudimos tomar el tren.
¡Genial entrada!
En cuanto al pavo real, supongo que es el mismo que me he cruzado por Toreno.
Pues a mí me parece más bien super-real.
Yo, que el pavo, aprendería a usar las alas.
Un beso.
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