viernes, 2 de noviembre de 2007

A orillas del Hudson


Chinatown


Brooklyn Bridge


Flatiron Building



Sólo unos pocos días en esa deslumbradora urbe, a la vez terrible y atractiva por su inusitada variedad, no bastan para comprenderla bien, a ella, que habla cien idiomas diversos, que se enfrenta por primera vez a hombres de los dos continentes y que desgarra, en una contraposición como jamás la ha habido, riqueza y miseria. No alcanzo aún a comprender su voz ni apenas adivino sus formas. Mas percibo ya, a cada minuto de vigilia, con una claridad mayor, su ritmo, ese ritmo incontrastable y tempestuosamente agitado de la metrópoli norteamericana.

El ritmo de Nueva York. Stefan Zweig.


Postales pertenecientes a la Biblioteca Pública de Nueva York.





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22 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

Lucía siempre me encanta esa facilidad que tienes para reconducir el ritmo inicial de las imagenes. Consigues que los singular se convierta en colectivo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con el anterior mensaje: me gustan los platos que sirves a la mesa...

un abrazo!

alfonso dijo...

Philip Glass!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Bien, por accidente llegué hasta tu página. Me daré un largo paseo. Disfrutaré.
La envoltura es sugerente, creo que el caramelo va a ser delicioso.

Denise Makedonski dijo...

Una ciudad donde se cruzan todos los idiomas y todas las razas..Un metrópoli del mundo actual, dicen que nos hechiza al pisar sus calles sin comprenderlsa, porque es tan enigmática y moderna como una babel del siglo....Me encantaron las postales y la música, todo del mejor gusto..Gracias por compartir..Besitos cariñosos..Denise

Anónimo dijo...

Nueva York, Philip Glass y Stephan Zweig juntos... Combinación perfecta, no sé qué me gusta más. Lo mejor creo que es que a pesar del transcurso del tiempo podría escribirse lo mismo sobre N. Y. City, o bien corregido y aumentado.
Besos.

entrenomadas dijo...

Viví un tiempo en New York. Soporté un invierno helador que congelaba hasta los saludos. No fue una buena época, pero conservo los amig@s d entonces y eso hace que la ciudad me resulte más atractiva. El texto es precioso y de mi Philip Glass!!!, qué voy a decir. Es sublime.
Besos

Lucía dijo...

Nómadas, vivir en Nueva York debe ser duro, otra cosa es ir de vacaciones. Una de las veces que fui era invierno y sé bien como es ese frío helador, tenía la sensación de que se me iban a caer las orejas de un momento a otro.
Siento debilidad por Philip Glass, tuve la suerte de ir al concierto de "Itaipu" en el Carnegie Hall y verle a él en el escenario. Casi no me atrevía ni a respirar.

Abrazos.

Mandarina azul dijo...

Divina entrada, Lucía. Has elegido los mejores ingredientes: las postales son preciosas, Zweig un escritor como la copa de un pino, y Philip Glass, uf... su banda sonora de "Las horas" me pone los pelos de punta.
Qué gusto tienes, chiquilla.

¡Un abrazo! :)

Juan Manuel Macías dijo...

A mí también me encanta Philip Glass, Lucía. Preciosa entrada, gracias.

Yo siempre he visto a Nueva York como una parodia moderna de Babilonia. Por otra parte, una sola torre deslumbra en un yermo, como en el poema de Martínez Mesanza. Pero la multiplicación de las torres no deja de parecerse a una pesadilla de vértigos y números. Besos

Drinking gaseosa dijo...

Como siempre, interesante combinación de músicas, imágenes y sonidos.

Gloria dijo...

Sweig y sus "Ojos del hermano eterno" me dejo tanto, vivir en Ny tambien, una ciudad que concentra al mundo con todas sus caras, sus luces y sombras. A mi tambien casi se me caen las orejas a orillas del Hudson. Y gracias por presentarme a Phillip Glass. Besos.

Alberto López Cordero dijo...

Por motivos laborales tuve que residir una temporada en Madrid, ciudad que cada vez va aglomerando más y más nacionalidades, culturas, tendencias y demás movimientos y otras artes...y qué quieres que te diga, cuando terminó esa atapa fué una especie de liberación, no por todo lo anteriormente señakado de lo cual saqué todo lo positivo que hay en ello, fué por el ritmo endiablado que hay en una gran ciudad como esa, por el anonimato y la aptía humana que hay con el prójimo y por que un Extremeño en la gran urbe se siente algo descolocado acostrumbrado a una vida mucho más tranquila y sosegada.

Elena dijo...

New York, New York, ya hemos hablado en otras ocasiones de nuestra pasión compartida por esta ciudad... Gente que ha vivido allí te dice que para largos periodos resulta impersonal y fría, que es difícil conocer gente. Pero para los que tenemos que conformarnos con estancias cortas nos sigue pareciendo fascinante, qué le vamos a hacer.

Un abrazo

Luci dijo...

Ay Lucía, tu música es estimulante.


¿Has leído el blog que escribe Joaquín Sabina sobre la verdad de la calavera bajo la piel?


http://porelamordeunamina.blogspot.com

JUANAN URKIJO dijo...

Muy lograda tu composición, Lucía. Las postales guardan ese aire añejo que las dota de singular valor; el texto de Zweig ilustra aquel Nueva York, que ya era más que trepidante cuando él lo conoció; y finalmente el genial Glass, de quien te recomiendo escuchar sus "Etudes for Piano", si es que no los conoces...
Lo que te decía, buen trabajo. Me ha gustado.

Un beso.

Noemí Pastor dijo...

Yo crecí sobre el asfalto y no puedo dejar de amar las ciudades.

MK dijo...

Cuando estuve en NY era primavera.No me decepcionó en absoluto.Todo lo contrario.
Pero siempre intento no acordarme de ese poema de Lorca "Oficina y Denuncia".
Estuviste en un concierto de Philp Glass allí??

El Doctor dijo...

Mi personalidad algo contradictoria,hace que me sienta en la ciudad con ganas de vivir en el campo, y,cuando me encuentro en un paisaje rural,ya estoy añorando los cafés,las librerías,los cines de madrugada y las salas de jazz.
Estupenda unión,como siempre.Me ha gustado lo de Stefan Zweig,gran escritor olvidado.
Muchos besos Lucía.

entrenomadas dijo...

Lucía,
ayer me paso algo difícil de comprender. Fuí a comprar discos de Philip Grass y otros músicos.
Fui al Cortes Inglés ya Media Mark, era lo que tenía más cerca. Sabes que no tenían nada de él. Luego fui a otra tienda pequeña de discos y en ese momento "tampoco tenían nada".
Me quede horrorizada.
Lucía, qué suerte haberle escuchado en directo. ¿Si tuvieras que regalarle a alguien discos de Grass, por cuál empezarías?
Quiero comprarle a mi sobrina y tengo dudas de cómo iniciarla en otras músicas que no sean las de siempre.

Uff, perdona el rollo, si puedes me sacas de dudas.

Un beso

Lucía dijo...

Nómadas, sé perfectamente cual es la sensación cuando no encuentras el disco que andas buscando. Me pasa muy a menudo porque me gusta la música que no entra en el circuito comercial.
Como introducción a Glass yo regalaría "Songs from liquid days". Os mando un mail con un enlace así veréis como puede ser el más fácil como inicio.
Besos.

Tesa Medina dijo...

Muy bueno, un conjunto para disfrutar. Sólo falta Lorca y su “Poeta en Nueva York” y conseguir un billete para la Metrópoli. ¡Me han entrado unas ganas!

Me gusta mucho descubrir siempre algo nuevo en tu blog. Hoy a Philip Glass. Un placer.

Besos, Lucía

Fernando García Pañeda dijo...

Glass es inmejorable... excepto Gershwin para Nueva York.
Esta entrada huele a humo, a viento, a música. Tienen razón: se saborea con muchas ganas.
Un abrazo.