Ésta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?" Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean" -dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".
La salvación. Adolfo Bioy Casares.
Pintura: Kingfisher and iris. Ohara Koson.
Tags: Literatura, Bioy Casares, pintura, Ohara Koson Powered by Qumana
9 comentarios:
El inspirador vuelo de un pájaro, melancolico, libre. Hermoso.
Te abrazo volando...
MentesSueltas
hablando de pájaros, espero que te pases a ver a los mios...
Bss
Chiquititos, pero con grandes alas... Me encantaría ser como ellos, al menos un día... Que seamos yo y el viento... Quedas invitada ;) Saluditos
qué hermosa historia. gracias con toda el alma por tu cálido abrazo, lucía. besos
"En el extremo de la alameda de los filósofos decapitados"... uisss
Este hombre, además de escultor triunfal era GENIAL... y... adivino. jajajajajaja
Un abrazo grande, Lucía.
Otra preciosa historia que nos regalas.
Sin mediocridades; todo tirano que se precie ha de poseer su alameda de filósofos decapitados-muyyy bueno-.
Un abrazo
a veces lo más pequeño resguarda el mayor milagro...abrazos
El poder siempre desconfiará sistemáticamente del talento. Y hace bien, porque es su enemigo natural. E invencible.
Hay textos que cuanto más los lees, más te dan...Los eternos.
B x C
Publicar un comentario