Estos días he estado absorta leyendo “Muerte de una heroína roja”, un libro de esos que cuando lo acabas te quedas con ganas de seguir leyendo más. Espero que la Editorial Almuzara siga editando los libros de Qiu Xiaolong en castellano, sería una pena quedarse a las puertas de más libros prometedores.
El libro se desarrolla en Shanghai en el año 1990. Es una época de transición, los primeros pasos desde el socialismo al capitalismo, se cuestiona el sistema y las antiguas consignas. En este clima de constantes cambios el inspector jefe Chen Cao se enfrenta a un difícil caso de homicidio. Han asesinado a una “trabajadora modelo de rango nacional” e importante miembro del Partido, entregada a su causa en cuerpo y alma. Su nombre es “Guan Hongying: Guan de cerrar la puerta, Hong, el color rojo, y Ying, heroína”. En principio parece ser un crimen político pero pronto el inspector y su ayudante Yu Guangming empiezan a sospechar que el móvil puede ser otro. A medida que la investigación avanza y se descubren nuevas pistas las cosas se complican para el inspector y su ayudante, los altos cargos del Partido no están dispuestos a aceptar que este pueda resultar perjudicado y para ello no dudan en apartar a Chen del caso.
El libro es muy interesante, refleja con gran realismo la sociedad y la cultura china, quedan patentes los problemas que el rápido desarrollo económico capitalista trae consigo, conseguir una vivienda, un coche o un teléfono, los problemas de tráfico en una ciudad que crece desordenadamente. Además a través de la personalidad y gustos del inspector Chen vamos descubriendo la poesía clásica y la exótica gastronomía china.
“No había nada comparable a dedicar una mañana de finales de mayo a pasear por el mundo de verde hiedra del célebre poeta de la dinastía Song.
Empezó a hojearlo.
Las flores caen, impotentes,
Las golondrinas vuelven; no parecen extrañas.”
“La bien nombrada calle Gourmet era un menú en vivo y en directo. Debajo de una multitud de letreros, una gran variedad de animales exóticos estaba expuesta en jaulas de diferentes tamaños en el exterior de los restaurantes que se sucedían a lo largo de la calle. La cocina de Guangzhou era bien conocida por su imaginación desbordante: sopa de serpiente, estofado de perro, salsa de sesos de mono… o platos preparados a base de gato salvaje o rata de bambú. Con los animales vivos expuestos en las jaulas, los clientes no tendrían dudas acerca de la calidad de sus platos”.
1 comentario:
ola... yo hoy acabo de comprar el libro.. solo vi la portada del libro y fue amor a primera vista.. generalmente es mi forma preferida de comprar libros XD.. hehe.. =)
bueno en fin.. ya con tu reseña y opinion .. me ah interesado mas leerlo.. saludos.. ciao.. hasta pronto =)
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